No se pierda las fotos más entrañables de las 'tops' con sus hijos
Christy Turlington con su hija Grace. La modelo es mamá de otro niño, el pequeño Finn.
Se pasan el día cogiendo aviones, participando en eventos y campañas publicitarias, posando para los mejores fotógrafos... Sin embargo, a pesar de ese frenético ritmo de vida, no han querido renunciar a disfrutar de la experiencia de la maternidad.
Padecía desde 2002 una enfermedad degenerativa similar al síndrome de Alzheimer.
Ganó un Oscar por Ben-Hur y protagonizó otras películas inolvidables, como 55 días en Pekín, El planeta de los simios, Los diez mandamientos o El Cid.
Defendió de forma activa la posesión de armas de fuego en EE UU, al frente de la Asociación Nacional del Rifle.
El actor estadounidense Charlton Heston, que interpretó para la inmortalidad papeles históricos, como Moisés, Miguel Ángel y El Cid, falleció hoy en su residencia de Beverley Hills, en Los Ángeles, a los 84 años, según confirmó su familia.
El artista, que llevaba retirado de la interpretación desde hacía años, padecía desde 2002 una enfermedad degenerativa similar al síndrome de Alzheimer, que implica desde sus primeros estadios la pérdida de memoria y un deterioro paulatino de las funciones vitales.
"Debo tener coraje y resignación en igual medida", dijo en aquel momento Heston, quien se vio obligado a cerrar definitivamente entonces la puerta al cine y a toda actividad pública al frente de Asociación Nacional del Rifle, organización en favor de la libre posesión de armas que lideró durante años.
La voz profunda y el rostro sobrio de Charlton Heston permitió al Hollywood de los años 50 revivir personajes históricos como Moises o El Cid. "Tengo una cara de otro siglo", llegó a decir el actor.
Con su constitución atlética, sus rasgos marcados y su timbre de voz, Heston encajó perfectamente en el tipo de estrella que Hollywood buscaba para sus grandes producciones de los años 50, en los que la industria buscó inspiración en la Biblia y en los libros de Historia.
Heston será recordado como el Moisés de Los diez mandamientos y el héroe de la reconquista española, Rodrígo Díaz de Vivar, en El Cid. Pero sus reencarnaciones de personajes históricos no acabaron ahí, pues resucitó a San Juan Bautista, Miguel Ángel, a Marco Antonio, al Cardenal Richelieu y a Enrique VIII.
También participó en otras grandes producciones, como 55 días en Pekín, Titanic, Terremoto y El planeta de los simios, historia en la que volvió a participar cuando interpretó un pequeño papel en la nueva versión de Tim Burton.
John Charlton Carter, que era su verdadero nombre, nació en Evanston, Illinois, el 4 de octubre de 1924, y ya desde pequeño amó el teatro, lo que le llevó a inscribirse en cursos de teatro en la Universidad, donde conoció a su esposa Lydia Marie Clarke, con la que tuvo dos hijos.
Con ella interpretó varias obras de teatro, y más tarde protagonizó en 1948 la obra de ShakespeareAntonio y Cleopatra, que le proporcionó gran éxito durante dos años.
Heston fue contratado para interpretar el papel de Marco Antonio en la película Julio César (1949), dirigida por David Bradley, que le abrió el camino al estrellato. Con este mismo director había trabajado ya en Peer Gynt (1942).
A partir de ahí su carrera despegó, y realizó decenas de películas, entre ellas El mayor espectáculo del mundo (1951), de Cecil B. DeMille; Cuando ruge la marabunta (1954), de Byron Haskin; El secreto de los incas (1954), de J. Hopper; Horizontes azules (1955), Los diez mandamientos (1956), de C. B. DeMille, y Sed de mal (1957), de Orson Welles.
Consiguió el Oscar al mejor actor protagonista por su trabajo en Ber-Hur en 1960, aunque él siempre dio mas valor a la calificación de "Mejor marido de Hollywood".
Dos años después, 1961, protagonizó la película El Cid, de Anthony Mann, junto con Sofía Loren, y rodada en Peñíscola (Castellón).
Su filmografía durante los años sesenta se completa con películas como 55 días en Pekín (1963) - con Ava Gardner, y rodada en España-, El tormento y el éxtasis (1965) -basada en la novela de Irving Stone y en la que encarnó el papel de Miguel Ángel-, El señor de la guerra (1965) - ambientada en la Normandía del siglo XI-, Kartum (1966) -junto a sir Laurence Olivier-, y El planeta de los simios (1968).
A éstos, siguieron otros papeles históricos, con Los indomables -sobre un magnate de plantaciones en Hawai-, y Marco Antonio y Cleopatra, rodada en Almería y en la que intervinieron los actores españoles Fernando Rey, Juan Luis Galiardo y Carmen Sevilla.
También trabajó en Los tres mosqueteros (1974) - en la que hizo de cardenal Richelieu, y rodada en España-, Aeropuerto 1975 (1974) y Terremoto (1974) -con Ava Gardner-, entre otras películas.
Junto con su figura artística, que completan otras 70 obras de teatro y seis libros, también tuvo una fuerte faceta política en el hombre conocido como el último bastión de los conservadores en Hollywood. Además de ser un republicano acérrimo, fue un firme defensor del uso de las armas, como lo demostró desde la Asociación Nacional del Rifle, que presidió durante años.
Su última aparición en una película fue precisamente por este motivo, en Bowling for Columbine (2002), oscarizado documental dirigido por Michael Moore en el que se denunciaba el uso "descontrolado" de las armas en Estados Unidos.