domingo, 28 de abril de 2013

Flan de huevo

Flan de huevo

Que ganas tenía de preparar este postre, Flan de huevo casero, sin duda alguna una de las mejores recetas de nuestra gastronomía y todo un lujo en la mesa.


Flan de huevo casero

Tenía la receta del “flan de huevo”, que me dio mi madre, en un trozo de papel guardado entre las páginas de un libro de cocina.
Buscando entre los recetarios algo “llamativo” para preparar un postre encontré el trozo de papel en cuestión y del que ya no me acordaba.
Me hizo gracia que apareciera de repente, sin buscarla, y me decidí a preparar de postre un “flan de huevo casero”.

Ingredientes, tal cual pone en el papel:

  • 5 huevos (XL)
  • 750 ml. de leche entera
  • 10 cucharadas de azúcar, dos por cada huevo

Caramelo líquido:

  • 3 cucharadas de azúcar
  • Unas gotas de agua
Flan de huevo casero

Elaboración:

  1. Preparamos el caramelo en una sartén, con las tres cucharadas de azúcar y media de agua.
  2. El caramelo tiene que tener un color oscuro, sin llegar a que se queme el azúcar, ya que luego amargaría en vez de endulzar.
  3. Vertemos el caramelo en una flanera extendiendo bien el caramelo por los bordes del molde.
  4. En lo que se enfría el caramelo batimos en un bol, los huevos, el azúcar y la leche.
  5. Lo vertemos en la flanera y lo introducimos al horno a 200º al baño María durante una hora más o menos.
  6. Al cabo de la hora puedes pincharlo con un cuchillo para ver si está totalmente cuajado. Si sale limpio el flan está hecho. Por el contrario si sale manchado cierra el horno y déjalo otros diez minutos más.
  7. Una vez elaborado, lo sacamos del baño María, dejamos enfriar a temperatura ambiente y cuando lo esté lo guardamos en la nevera sin sacarlo del molde hasta que vayamos a usarlo el día siguiente.
  8. El flan de huevo está mejor de un día para otro.
El resultado es un espectacular flan de huevo casero, delicioso que no tiene nada que ver con los precocinados y que podemos valorar con 4.5 puntos ya que destaca dentro de las más de 20 recetas que tenemos anotadas de este tipo y que además es relativamente fácil de cocinar, esperamos que os guste.

Pollo a la cerveza con frutos secos

Pollo a la cerveza con frutos secos


Los “Muslos de Pollo a la cerveza con frutos secos” es una de las muchas recetas que podemos encontrar en el libro “Los secretos de la cocina de cerveza” de la periodista Eva Celada.

Pollo a la cerveza con frutos secos

La receta original está hecha con muslos de pavo en nuestro caso, por no disponer de ellos, los hemos sustituidos por muslos de pollo.
Solo os puedo confirmar que este pollo a la cerveza voló literalmente de la mesa de lo bueno que estaba. Os lo recomiendo.

Ingredientes de la receta para 4 personas:

  • 8 Muslos de pollo
  • 1 Tacita de piñones y orejones
  • 1 Lata de cerveza
  • 1/2 Cebolla
  • 2 Ajos
  • 1 Loncha de beicon gruesa
  • Sal
  • Pimienta
  • Aceite de oliva

Elaboración del pollo a la cerveza :

Para iniciar la preparación del pollo a la cerveza, doramos en una sartén, con un tres cucharadas de aceite de oliva, los muslos de pollo previamente salpimentados.
Una vez terminemos de freír la carne de pollo doramos en ese mismo aceite la cebolla y los ajos cortados finamente.
Pollo a la cerveza con frutos secos

Añadimos los piñones y los orejones, removemos e incorporamos el beicon cortado en dados.
Cuando esté todo dorado volvemos a meter en la sartén los muslos.
Echamos la cerveza y removemos con cuidado.
Dejamos cocer a fuego muy lento durante 35 minutos.
Rectificamos el punto de sal y servimos este delicioso pollo a la cerveza.

Muslos de pavo estofados con alcachofas y piñones

Muslos de pavo estofados con alcachofas y piñones

Estos muslos de pavo estofados con alcachofas y piñones es una sencilla receta, rica y nada complicada. Vamos, para principiantes…


Si hace tiempo preparamos un pollo en su jugo con zanahorias y calabaza, en esta ocasión hemos elaborado unos “muslos de pavo en su jugo con alcachofas y piñones“.
Una receta sencilla que no necesita tener mucha “noción” en los fogones.
¿Te atreves con ella?

Ingredientes para 4 personas:

  • 4 Muslos de pavo
  • 1 Bote corazones de alcachofas
  • 60 gr. Piñones
  • 1 Pimiento rojo
  • 1 Cebolla
  • Aceite de oliva virgen
  • Sal
  • Pimienta
  • 1 Ramita de romero

Elaboración:

Limpiamos y salpimentamos los muslos de pavo.
En una cazuela, con tres cucharadas de aceite de oliva, doramos los muslos. Cuando les tengamos tostados por todos lados, retiramos a una bandeja y reservamos.
En ese mismo aceite pochamos la cebolla, cortada finamente. Cuando la veamos transparente, añadimos el pimiento rojo, limpio y sin pepitas, cortado en dados muy pequeños.
Incorporamos los muslos de pavo y cubrimos de agua.
Tapamos y dejamos cocer a fuego muy lento una hora y cuarto aproximadamente.
Añadimos a la cazuela los corazones de alcachofas (escurridos) y los piñones.
Dejamos cocer otros diez minutos.
Retiramos y servimos los muslos en los platos decorados con unas hojas de romero.

Pinchos de pavo rebozados en piñones

Pinchos de pavo rebozados en piñones

Una combinación llena de contrastes estos “Pinchos de pechuga de pavo rebozados en piñones” ya que están acompañados por dos salsas muy diferentes como son un buen pisto de tomate y una mostaza tipo Dijon.


Sabores diferentes para una forma distinta de tomar esta carne en casa.

Ingredientes para cuatro personas:

  • 2 filetes de pechuga de pavo
  • 12 champiñones
  • Una tarrina de queso tipo Filadelfia
  • Pisto de tomate
  • Mostaza tipo Dijon
  • Eneldo picado
  • 1 clara de huevo
  • 100 gr. de Piñones
  • Sal
  • Pimienta

Elaboración:

Primero cortamos los filetes de pechuga en tiras y salpimentamos.
Pinchamos cada una de las tiras en un palo de brocheta cortado por la mitad.
Ponemos en una sartén al fuego aceite de girasol a calentar y mientras limpiamos los champiñones.

En un cuenco batimos bien el queso con el eneldo picado.
Con esta crema rellenamos los champiñones que reservaremos.
Cuando esté el aceite bien caliente, untamos las brochetas en la clara bien batida y las rebozamos en los piñones que tendremos picados en un plato llano, freímos con cuidado de que no se nos quemen los piñones y cuando esté bien pasada la carne la retiramos de la sartén y la escurrimos bien de la grasa sobrante en un papel absorbente.
Colocamos tres o cuatro pinchos en un plato por ración y acompañamos de tres champiñones rellenos de queso y de las dos salsas de pisto y mostaza.

viernes, 26 de octubre de 2012

Lex Barker, Tarzán en claroscuro

Dueño de una carrera cinematográfica curiosa donde las haya, Lex Barker (nacido Alexander Crichlow Barker Jr. en Nueva York en 1919) se vio desheredado por su rica familia cuando decidió dejar sus estudios en Princeton para dedicarse a la interpretación. Con su cuerpo escultural y su rostro de viril atractivo, Barker estuvo predispuesto a saltar a la fama desde su adolescencia, marcado sin remisión por un físico de características excepcionales y un apetito sexual que habría de llevarle, en ocasiones, por oscuros caminos alejados de las luces brillantes de Hollywood y del glamour de Beverly Hills. Famoso tanto por sus papeles en el cine como por sus sonados matrimonios (el más jugoso de ellos, con la mismísima Lana Turner), Barker era conocido entre el sector femenino del mundillo de la Meca del Cine como Sex Barker, previsible juego de palabras establecido entre su nombre y su legendaria capacidad amatoria. Sin embargo, parece ser que como marido -aspecto en el que han coincidido todas las que pasaron junto a él por la vicaría- era terriblemente celoso, llegando al extremo de intentar detener la incipiente carrera cinematográfica de su tercera y última esposa, la catalana Carmen Cervera, entonces conocida por haber alcanzado el título de Miss España en 1961.
Mientras se entretenía en estas espectaculares y publicitadas relaciones con vedettes de galaxias tan dispares, Barker tuvo tiempo de hacerse con una nutrida filmografía en la que se alternan luces y sombras con igual intensidad, y pese a no disponer de una gran soltura dramática muchas de sus películas llegaron a ser más que aceptables éxitos de taquilla. Su impresionante físico y los papeles que, generalmente, se le asignaron -prácticamente cortados todos ellos con el patrón del más ortodoxo cine de aventuras- consiguieron mantenerle en el negocio del espectáculo durante más de un cuarto de siglo después de su debut en 1946 en un film musical protagonizado por Carmen Miranda, "Doll Face". Después, estaría tres años dando tumbos por thrillers y comedietas intrascendentes hasta que, en 1949, llegó su gran oportunidad al ofrecérsele el personaje de Tarzán de los Monos -recién abandonado por un ya fondón Johnny Weismuller- en la saga fílmica más longeva de la historia del cine. Así, el Tarzán de Lex Barker fue rubio y de ojos claros como la miel, notable mutación que el público pareció aceptar con agrado junto con una evidente reducción en los centímetros de tela del mítico taparrabos lucido por el hombre-mono. Por todo lo demás, las limitaciones -llamémoslo así- interpretativas del actor no resultaron un problema a la hora de dar vida a un personaje tradicionalmente parco en gestualidad y con tendencia a la expresión oral monosilábica.
Las cinco películas protagonizadas por Lex Barker como Tarzán pasaron, después de sus respectivos estrenos, a ser pasto de los llamados cines de repertorio, en los que se proyectaban en programa doble cintas de aventuras low budget que en pocos años comenzarían a adquirir categoría de joyas camp, compartiendo los sábados por la tarde y la matinée del domingo con viejas películas de Laurel y Hardy o con los peplum importados de Europa. "Tarzan's Magic Fountain" (1949), "Tarzan and the Slave Girl" (1950), "Tarzan's Peril" (1951), "Tarzan's Savage Fury" (1952) y "Tarzan and the She-Devil" (1953) son, hoy en día, referentes ineludibles de la mal llamada serie B que representan y distinguen toda una filosofía dentro del negocio de hacer cine al margen de los todopoderosos grandes estudios de Hollywood. Así, y enredado en sus propias lianas, la carrera de Barker giró inevitable y definitivamente al género de aventuras, siendo requerido por la dinámica industria italiana del cine de entretenimiento para engrosar las filas de sus estrellas internacionales. En Europa, Lex Barker protagonizó adaptaciones de populares novelas de Emilio Salgari ("El misterio de la jungla negra" y "El corsario rojo") y cintas policíacas ("Misión en Marruecos"), actividad que alternaba con retornos puntuales a los Estados Unidos para rodar algunos westerns y una rocambolesca producción con Stalin y la Guerra Fría como telón de fondo, "The Girl in the Kremlin", junto a Zsa Zsa Gabor.
Casado y separado ya dos veces (la última, de la actriz Arlene Dahl, más tarde esposa de Fernando Lamas), su matrimonio con la gran estrella de la Metro-Goldwyn-Mayer Lana Turner tuvo lugar en 1953, convirtiéndose -como ocurrió con todas las relaciones de la genuina sweater girl- en motivo de toda clase de especulaciones en torno a su fecha de caducidad en los mentideros de Hollywood. Para Lana, este sería ya su cuarto desposorio, del segundo de los cuales con Stephen Crane tenía a su hija, Cheryl, entonces una adolescente de 13 años. El episodio más sórdido y oscuro de la vida de Barker tuvo lugar cuando Lana escuchó las súplicas desesperadas de su hija, quien le rogaba que apartara de su lado a su padrastro el cual venía prodigándole excesivas y secretas muestras de afecto. Una horrorizada Turner no dudó ni un momento en echar immediatamente de su casa a su marido, empezando un proceso de divorcio que se llevó con la mayor discrección y en cuyos documentos oficiales no se hace mención alguna del desagradable asunto. La historia tuvo que esperar para ser desvelada a la publicación del libro autobiográfico de Cheryl Crane, "Detour: A Hollywood Tragedy-My Life with Lana Turner, my Mother", en 1988. Poco después del divorcio de Lana y Lex, tendría lugar la muerte del gangster Johnny Stompanato, entonces el amante de Lana, a manos de Cheryl Crane. Tras un proceso que, en esta ocasión, sí levantó una immensa polvareda mediática, los jueces decidieron que Crane había actuado en defensa de su madre, y dictaminaron homicidio justificado tras escuchar la relación de las vejaciones y servidumbres a las que el mafioso latin lover sometía a la actriz.
Después de los terribles acontecimientos acaecidos en la mansión de su ex-esposa Lana Turner, Barker decidió que lo mejor que podía hacer era desaparecer de Hollywood por una temporada. Regresó a su ya familiar Europa, donde actuó en recreaciones de historias medievales ("Il cavalieri dai cento volti") y en una alucinante versión de la leyenda del arquero de Sherwood en "Robin Hood y los piratas". Para entonces, su fama en el viejo continente era casi más grande que en los Estados Unidos, con películas rodadas en diferentes países aprovechando su dominio de los idiomas francés, español, italiano y alemán. Su pátina de estrella internacional y su aureola de galán -ya algo trasnochado- decidieron a Federico Fellini a ofrecerle un papel en "La Dolce Vita" (1960), donde interpretó al actor amante de la estrella de cine encarnada por una Anita Eckberg más exuberante que nunca. Caprichoso, alcohólico y pretencioso, el personaje permitió a Lex Barker lucirse con una excelente radiografía de comportamientos que conocía muy bien de sus años en Hollywood, y que supo implementar a su interpretación aportando un agrio y fellinesco regusto a decadencia.
En 1962 enviudó de su cuarta esposa, con quien se había casado en 1957 después de su separación de Lana Turner, y marchó a Alemania donde fue requerido para protagonizar dos películas inspiradas en el personaje del Doctor Mabuse que había hecho famoso el realizador Fritz Lang treinta años atrás. Más tarde, Barker tomó parte en trece films basados en novelas del autor alemán Karl May, consiguiendo una excepcional popularidad, especialmente con los westerns de la serie "Winnetou". El éxito fue tal que le decidió a instalarse definitivamente en Alemania, aunque realizando puntuales viajes a su país natal para trabajar en episodios de diferentes series de televisión. Galardonado dos veces con el prestigioso premio Bambi de cine y televisión, su carrera alemana resultó increíblemente fructífera, aunque despojada de trabajos de auténtica trascendencia, entre los cuales figura una incursión en el género terrorífico junto a Christopher Lee, "The Blood Demon" (también conocida como "Blood of the Virgins"), tangencial adaptación de una historia de Edgar Allan Poe. Fue en 1965 cuando conoció a la que sería su quinta y última esposa, Carmen Cervera, Miss Cataluña, Miss España y aspirante a actriz a la que conoció en un viaje en avión a Zurich. Carmen, a la que ya entonces se conocía como Tita, estaba deseosa de comenzar su carrera como actriz cinematográfica, cosa que su celoso marido no estaba dispuesto a consentir dejando emerger el lado más represivo y castrante de su personalidad, convirtiéndose en un inflexible Otelo. Barker puso mil impedimentos a los objetivos de su mujer, complicada y enervante situación marital que desembocó en su separación a principios de los años setenta. En 1972, y encontrándose en su Nueva York nativo, Lex Barker cayó fulminado en plena calle por un ataque al corazón. Carmen Cervera, pese a que ya había iniciado el proceso de divorcio, se convirtió en su viuda heredando la mayor parte de sus bienes, el resto de los cuales se repartió entre los tres hijos del actor, nacidos dos de ellos de su primer matrimonio con Constanze Thurlow y el tercero, del cuarto con Irene Labhart.

sábado, 6 de octubre de 2012

Guerrero

Veo a un guerrero luchando, los coyotes lo han rodeado, se debate como si hubiera un monstruo mayor, parece presa de alguna alucinación, seguramente ha recibido uno de los dardos de las Sombras del Desierto, debo de ponerlo a salvo.
Me acerco, lucho contra los coyotes, el guerrero no me ve, lucha contra algo invisible, está tapado a modo tuareg por lo cual no le veo el rostro, parece un mercenario ¿qué hará aquí? ¿estaría persiguiendo al vagabundo cómo yo?.
Una vez los coyotes huyen el guerrero cae y lo pongo a salvo tras una duna, le doy agua y localizo el dardo envenenado, se lo quito y me quedo con él hasta que su respiración es normal, grita un nombre en sueños que no entiendo, su rostro no es un rostro del desierto.
Me quedo dormida y el amanecer nos sorprende, es un espectáculo grandioso, el Sol saca mil destellos de la extraña arena azul, de modo que el desierto entero parece una monstruosa joya. El guerrero comienza a despertarse, no puedo dejar que me vea, no sé si es amigo o enemigo, seguramente ya se le estará pasando el efecto de la droga, me escondo tras las dunas y observo.
Se levanta aturdido y mira el Sol naciente, parece confuso, gira sobre sí, recoge sus cosas y comienza a andar sin rumbo medio tambaleándose, pronto estará bien, aunque deberá hallar agua.
Decido seguirlo a escondidas a ver qué pasa. Si las Sombras del Desierto o algo peor deciden atacar, más valen dos espadas que una.

El guerrero me ha visto, se ha parado en seco y se ha girado, apenas me ha dado tiempo a esconderme tras las dunas, ¿cómo es posible? ¿acaso tiene ojos en la espalda?, pareciera como si algo lo hubiera alertado de mi presencia. Cuando me atrevo a mirar de nuevo, veo con espanto que corre hacia mi dirección, ¡mierda! ¡me ha visto, ya no hay ninguna duda!, es inútil seguir escondiéndome, salgo a su encuentro espada en mano y que sea lo que los dioses decreten.

¿Qué es esto?, ¿acaso no ve mi espada?, ¿por qué no desenvaina?, ¿por qué me mira así?, me inquietan sus ojos de un color azul como el desierto, hace tiempo que no se ven ojos así, en las tierras de Sol los ojos oscuros prevalecen.

- ¡Tú, mercenario, ¿qué quieres de mí?, lucha como un hombre o muere como una rata!

Él no me escucha, o no me oye, sigue recto hacia mí, ¿estará presa aun de algún delirio?... No sé qué hacer, ante la duda bajo la espada, tampoco la guardo...

No soporto la espera, corro hacia él.

Cuando estamos frente a frente ríe eufórico, abre sus manos ¿en señal de paz?, guardo mi espada pero sigo alerta, entonces lo tengo encima, farfulla algo en una lengua que no entiendo, lengua del norte parece, me.... ¿abraza??

El mercenario me abraza, hace siglos que nadie me abraza, y este desconocido, en medio de ninguna parte, me está abrazando, y lo más absurdo es que aun no esté muerto, otros por menos han perdido su cabeza, no disfruto matando pero son malos tiempos para una mujer.

Lo dejo abrazarme, me permito olvidar la guerra, mi búsqueda y dejarme abrazar ese instante, me permito incluso olvidar quien soy y las sombras que nos acechan, por lo que a mí respecta este hombre podría ser el Monstruo y sin embargo no tengo miedo.

La ausencia del miedo es extraña para mí, es como si hubiera desparecido el agujero en mi estómago.

Pero todo se rompe cuando él intenta ¿besarme? ¿qué carajo hace? ¿acaso no sabe la muerte que nos ronda?, en un rápido movimiento le pongo mi espada al cuello: -Vuelve a intentarlo mercenario y tus ojos verán tu cuerpo desde el suelo.

Él sonríe, ¡este hombre está drogado! aunque no me entienda debe entender la espada: - ¡Estamos en peligro!- le grito- ¡no hay tiempo para esas cosas!

Entonces se aparta de mí y señala mi rostro:
- Tus ojos son color desierto antiguo.

Me río, con acento claramente norteño ha dicho la frase de mi tierra, la frase de los Antiguos Hombres, los que aun recordamos en nuestras leyendas como era la tierra antes del 2012.
 

Centenares de fotógrafos se dan cita en Las Canteras

Centenares de fotógrafos se dan cita en Las Canteras

La capital acoge este fin de semana el concurso internacional de fotografía submarina 'Fotosub 2012'
Fotografía de la colección de Arturo Telle. Arturo Telle
Fotografía de la colección de Arturo Telle. Arturo Telle
La playa de Las Canteras acoge este fin de semana, del 5 al 7 de octubre, el concurso internacional de fotografía submarina, LPA Fotosub, que organiza el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria por cuarto año consecutivo. Unos 35 fotógrafos profesionales se han inscrito en la competición, entre ellos los campeones y subcampeones del mundo, Arturo Telle, Juan Antonio Carballo e Isidro Felipe Pérez, para retratar durante tres días los fondos marinos de la bahía de El Confital.

El ópen fotográfico que tiene como escenario las zonas de Playa Chica, El Charcón y Peña la Vieja se ha posicionado como una prueba singular entre los concursos de fotografía submarina en España al integrar la participación de algunos de los mejores fotógrafos profesionales del momento, con aficionados a la fotografía submarina sin importar la edad, los conocimientos técnicos o el equipo fotográfico.

En la edición de este año se espera la participación de unos 300 fotógrafos entre los que destacan los participantes con cámara compacta, muchos de ellos, aficionados y profesionales que se inician gracias a que el buceo ha dejado de ser considerado un deporte de riesgo y que la tecnología digital se ha adentrado en el mundo de la fotografía.

Las Canteras cuenta en esta época del año con condiciones singulares para lograr estampas únicas por la vida que acoge, aseguró la concejal de Ciudad de Mar, Mimi González, "su capacidad para regenerarse, la carencia de depredadores y sus condiciones al abrigo de la Barra permite que sea el lugar de cría de numerosas especies".

Por su parte, el director técnico de la prueba, Enrique Fáber destacó la diversidad de algas que tiene la playa y la incidencia de la luz sobre la fauna y el fondo marino, al tratarse de una zona poco profunda, que permite realizar instantáneas de gran belleza.