martes, 1 de noviembre de 2011

¿Estamos solos en el Universo?

¿Estamos solos en el Universo?

Por: Luis A. Saldarriaga B.
Exobiólogo aficionado
Abril 28 de 2008 *

Habitable zones for different types of stars
La zona habitable es la región alrededor de una estrella en donde es posible la vida.

La mayoría de los astrónomos acepta la posibilidad de la vida extraterrestre, una premisa de la cual parte la Exobiología; pero muchos se preguntan acerca de si es posible la existencia de seres extraterrestres inteligentes (ETs) capaces de preguntarse si hay otros seres inteligentes más allá de sus hábitats y de tratar de ponerse en contacto con ellos (incluidos nosotros). Un cálculo estadístico sencillo nos indica que si existiera una sóla civilización inteligente en una esfera cuyo radio fuera de 1.000 años luz alrededor del Sol, entonces deberían existir, sólamente en nuestra galaxia, al menos 1.000 civilizaciones inteligentes. Eso llevó en 1950 a que el famoso físico nuclear italiano Enrico Fermi planteara lo que desde entonces se ha conocido como la paradoja de Fermi: "Si los extraterrestres (ETs) son tan abundantes, ¿dónde están?, ¿por qué no hemos hecho contacto con ellos?".

Para resolver esta paradoja, se han planteado varias posibilidades. Dadas las abismales distancias que nos separan de otras galaxias, resulta casi imposible viajar entre ellas sin alterar drásticamente las leyes de la física. Pero dado que existe al menos la posibilidad de viajar dentro de nuestra galaxia, se esperaría que hubiéramos sido visitados, o al menos contactados, por alguna civilización vecina. Entre las explicaciones que se han dado para que esto no haya sucedido podemos citar las siguientes:

  • Los viajes interestelares (aún dentro de la galaxia) son técnicamente muy difíciles, por lo que los ETs que lo han intentado aún no han logrado alcanzarnos.
  • Aunque los viajes interestelares son técnicamente posibles, los ETs no han decidido intentarlos.
  • Los ETs sí nos han visitado, pero han decidido no interferir con nosotros.
  • Somos la forma de vida más avanzada en la galaxia.

    Aún descartando los viajes interestelares, quedaría al menos posibilidad de hacer contacto con los ETs mediante ondas de radio. Pero el famoso Instituto SETI (Search for Extraterrestrial Intelligence) lleva casi 25 años de incansable búsqueda de vida inteligente, sin que hasta la fecha haya tenido un sólo resultado que pudiéramos considerar como positivo. Lo cual nos lleva a otro inquietante planteamiento: la vida inteligente pudiera ser muy rara en el universo. Algo que ha sido destacado por biólogos de la talla de Ernst Mayr es que después del surgimiento de la vida sobre la Tierra (hace unos 3.800 millones de años), ésta no pasó de formas unicelulares durante cerca de 1.800 millones de años; y que luego del surgimiento de formas mulicelulares, tomó otros 1.800 millones de años antes de que surgieran formas de vida inteligentes. Y en un artículo publicado recientemente en Astrobiology, Andrew Watson (University of East Anglia) destaca (después de un extenso tratamiento matemático) que la evolución de la vida inteligente es el resultado de una serie de transiciones evolutivas, cada una de ellas (de por sí) bastante improbable (ver tabla 1).

    Tabla 1

    Las grandes transiciones evolutivas

    1. Surgimiento de la vida
    2. Paso de la vida unicelular a la vida multicelular
    3. Aparición de formas complejas de vida (plantas y animales)
    4. Desarrollo del lenguaje en los primates humanos

    La probabilidad de que suceda cada uno de los 4 pasos evolutivos indicados en la Tabla 1 es menor del 10 por ciento y la probabilidad de que la vida inteligente evolucione es igual al producto de las probabilidades de que ocurra cada uno de dichos eventos. Por lo tanto, la probabilidad de que surja la vida inteligente en un lugar con condiciones apropiadas para la vida es menor de 0.01 por ciento (algo así como de uno en un 10.000). Además, como bien lo señala Mayr, la evolución no es determinista, nunca se mueve en línea recta hacia un objetivo (en este caso la inteligencia). Lo peor de todo es que las posibilidades de que la vida inteligente persista tampoco son muy halagadoras. Para el caso de nuestro planeta, la expectativa es de menos de 1.000 millones de años, período en el cual (por la evolución natural de nuestro Sol) las temperaturas en la superficie de la Tierra ascenderán a más de 50ºC y las concentraciones de dióxido de carbono caerán a menos de 80 partes por millón, valores claramente incompatibles con cualquier forma de vida sobre la Tierra.

    Earth - Pacific Ocean
    ¿Es éste el único lugar de la galaxia donde hay vida inteligente?

    El modelo de Watson se basa en la vida en la Tierra, la única que conocemos hasta ahora; y asume que cada paso es independiente de los otros (se da por azar, pero no es inevitable que suceda). Por lo tanto, la conclusión parece ser que la inteligencia es una verdadera rareza en términos evolutivos, lo que argumenta fuertemente en contra de su valor adaptativo. Así que a la improbabilidad de que surja la vida en un sistema planetario habría que agregar la alta improbabilidad de que surjan seres inteligentes capaces de comunicarse con otros seres inteligentes más allá de sus sistemas de origen.

    Pero los científicos de SETI no dan su brazo a torcer. Seth Shostak (uno de los astrónomos más reconocidos del SETI) comentó sobre el trabajo de Watson lo siguiente: "Nosotros tenemos, desde luego, sólo un ejemplo de vida inteligente (de hecho, de vida de cualquier tipo). Eso significa que no podemos estimar cuál es la probabilidad de vida en otros mundos a menos de que tengamos la certeza absoluta de que comprendemos todos los procesos evolutivos relevantes".

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