Zorrilla vuelve a las calles de Vegueta en su cita otoñal, pero, esta vez, la obra elegida no será el tradicional Don Juan Tenorio, sino Margarita La Tornera, el poema del autor vallisolitano que dio origen a su famoso galán. Además, el mito de Don Juan mostrará todas sus caras en tres barrios de la ciudad.
Don Juan exhibirá todas sus facetas y sus orígenes literarios en la capital grancanaria a finales de este mes, según informaron fuentes cercanas a la organización.
Vegueta volverá a acoger una representación callejera coincidiendo con la festividad de Todos los Santos, pero esta vez el guión será otro. En concreto, el de la obra de José Zorrilla Margarita La tornera, un espectáculo producido por Dania Dévora que ofrecerá al público nuevos alicientes para acudir a la cita teatral.
La pieza, escrita en 1840, es según su autor, José Zorrilla, «la más conocida de mis leyendas: el embrión original del Tenorio y en él copié algunos versos de ella, que después han llegado a hacerse populares y andar de boca en boca». En el prólogo de sus obras completas, el vallisoletano llegó a decir que podía reconocerse «sin sonrojo autor de Margarita La Tornera».
Así pues, a pesar de que la pieza es distinta, el público que acuda a Vegueta podrá jugar a reconocer los versos y aspectos que coinciden con la archiconocida obra del Tenorio.
Otro aliciente de esta pieza, según confesó el propio Zorrilla, es que «transparenta puerilmente» la silueta de su personalidad.
Pero esta no será la única novedad que presente la cita teatral de este año. La sombra del Tenorio sobrevolará la ciudad y recalará en tres barrios de la mano de la compañía 2RC Teatro de Repertorio.
En concreto, la productora canaria especializada en teatro clásico representará Desmontando a Don Juan en Tamaraceite, El Batán y en el Castillo de la Luz en los últimos días de octubre.
La obra, escrita por el actor y dramaturgo canario Maikol Hernández, desmenuza los distintos aspectos que presenta la figura del Tenorio en clave cómica.
La pieza enfrenta al Don Juan de Zorrilla y el de Tirso de Molina en un juicio en el que salen a relucir los trapos sucios de ambos. Los personajes se enfrentarán a acusaciones por su presunta misoginia, por jugar con sus amantes, por su indisponibilidad para el amor y por su laxa interpretación del libre albedrío.
Este montaje, cargado de humor, está pensando en clave didáctica, con el objetivo de hacerlo entendible a públicos poco acostumbrados a enfrentarse al teatro en verso.
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