BAÑO MARÍA Se le atribuye a una mujer alquimista, María la judía, tradicionalmente identificada con Miriam, la hermana de Moisés. El kerotakis, una especie de plato metálico, al parecer también ideado por ella misma, se colocaba dentro de un depósito cilíndrico o esférico, cerrado por la parte inferior. Este depósito contenía agua o sustancias volátiles, que se evaporan al calentarlas. En el Kerotakis se disponía el metal -en plancha o en polvo- que se iba a someter a los efectos de la evaporación. A continuación, la boca superior del cilindro se tapaba con una cobertera y se le aplicaba calor. Al hacerlo, la sustancia volátil liberaba el vapor. Este atacaba en parte al metal, en parte se condensaba, en tanto que parte del vapor saturado y en forma líquida corría hacia el fondo del cilindro. Con ello se lograba una continua acción de reflujo, sin perder el agua o las sustancias volátiles por acción del calor. Hoy este sistema tiene varias aplicaciones. La más conocida es la utilización culinaria. Aunque lo que nosotros entendemos por baño María no es sino una deformación de aquel método original, provocada en gran medida por los fabricantes de conservas. |
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